Microsoft ha anunciado la mitigación exitosa de un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) sin precedentes, alcanzando un pico de 15.72 terabits por segundo (Tbps) y casi 3.64 mil millones de paquetes por segundo (pps). Este ataque, dirigido a un único punto final en Australia, se originó en una botnet de Internet de las Cosas (IoT) de clase TurboMirai conocida como AISURU.
El ataque, compuesto principalmente por inundaciones UDP de alta velocidad, provino de más de 500,000 direcciones IP de origen distintas, abarcando diversas regiones geográficas. A pesar de la magnitud del ataque, Microsoft pudo detectarlo y neutralizarlo automáticamente.
Según informes, la botnet AISURU está compuesta por cerca de 300,000 dispositivos infectados, incluyendo routers, cámaras de seguridad y sistemas DVR. Esta botnet se ha relacionado con algunos de los ataques DDoS más grandes registrados hasta la fecha, aunque parece tener una política de evitar objetivos gubernamentales, militares o relacionados con la seguridad nacional, enfocándose principalmente en la industria del juego en línea.
Más allá de los ataques DDoS, botnets como AISURU se están utilizando para una variedad de actividades ilícitas, incluyendo el relleno de credenciales, el raspado web impulsado por inteligencia artificial, el spam y el phishing. También se ha detectado que AISURU ofrece servicios de proxy residencial.
Este incidente subraya la creciente sofisticación y escala de los ataques DDoS, impulsados por el aumento de la velocidad de la fibra óptica en los hogares y la proliferación de dispositivos IoT cada vez más potentes.
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