El Grupo de Inteligencia de Amenazas de Google (GTIG) ha detectado un aumento en el uso de la inteligencia artificial por parte de actores maliciosos para desarrollar nuevas familias de malware. Esta nueva generación de malware integra modelos de lenguaje grandes (LLM) durante su ejecución, permitiendo una modificación dinámica que alcanza niveles de versatilidad operativa prácticamente imposibles con el malware tradicional.
Google denomina esta técnica “auto-modificación just-in-time” y destaca ejemplos como el dropper experimental PromptFlux y el minero de datos PromptSteal (también conocido como LameHug), desplegado en Ucrania, como ejemplos de generación dinámica de scripts, ofuscación de código y creación de funciones bajo demanda.
PromptFlux, en su versión más reciente, utiliza el modelo Gemini de Google para generar variantes ofuscadas de VBScript. Intenta persistir a través de entradas en la carpeta de inicio y se propaga lateralmente en unidades extraíbles y recursos compartidos de red mapeados. Su componente más novedoso, el módulo “Thinking Robot”, consulta periódicamente a Gemini para obtener nuevo código que le permita evadir el software antivirus.
Otro malware impulsado por IA descubierto por Google es FruitShell, una reverse shell de PowerShell que establece acceso remoto de comando y control (C2) y ejecuta comandos arbitrarios en hosts comprometidos. También se destaca QuietVault, un ladrón de credenciales de JavaScript que apunta a tokens de GitHub/NPM, exfiltrando las credenciales capturadas en repositorios públicos de GitHub creados dinámicamente. Además, se menciona a PromptLock, un ransomware experimental que utiliza scripts de Lua para robar y cifrar datos en máquinas Windows, macOS y Linux.
El informe de Google también documenta múltiples casos en los que actores maliciosos abusaron de Gemini a lo largo del ciclo de vida del ataque, desde la búsqueda de vulnerabilidades hasta la creación de señuelos de phishing y herramientas de exfiltración.
En foros clandestinos, tanto de habla inglesa como rusa, está creciendo el interés por herramientas y servicios maliciosos basados en IA, ya que reducen la barrera técnica para desplegar ataques más complejos. Estos servicios abarcan desde la generación de deepfakes e imágenes hasta el desarrollo de malware, phishing, investigación y reconocimiento, y explotación de vulnerabilidades.
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