El gobierno del Reino Unido ha retirado su exigencia a Apple para debilitar el cifrado de sus dispositivos e implementar una puerta trasera que permitiría el acceso a datos protegidos, incluso de ciudadanos estadounidenses. Esta decisión se produce tras la fuerte oposición de EE.UU. en defensa de las libertades civiles. La controversia surgió a raíz de una orden secreta emitida por el Ministerio del Interior del Reino Unido, que buscaba acceso generalizado a datos en la nube cifrados de extremo a extremo.
La Directora de Inteligencia Nacional de EE.UU., Tulsi Gabbard, comunicó que el gobierno estadounidense colaboró con sus socios británicos para asegurar la protección de las libertades civiles de sus ciudadanos, lo que llevó al Reino Unido a revocar su mandato.
Apple había desactivado previamente su función de Protección Avanzada de Datos (ADP) para iCloud en el Reino Unido tras la demanda inicial de acceso a los datos cifrados de los usuarios. La compañía expresó su decepción por la falta de protección que esto implicaría para sus clientes británicos, dada la creciente amenaza de brechas de datos.
Críticos argumentaron que habilitar un acceso de este tipo equivaldría a crear una puerta trasera que podría ser explotada tanto por ciberdelincuentes como por gobiernos autoritarios.
Google, a diferencia de Apple, declaró no haber recibido ninguna solicitud similar del Reino Unido para debilitar el cifrado y permitir el acceso a los datos de sus clientes. Meta también negó haber recibido una orden para insertar puertas traseras en sus servicios cifrados.
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